Artritis y Artrosis. ¿Cómo detectarlas y diferenciarlas en adultos mayores?

Artritis y Artrosis. ¿Cómo detectarlas y diferenciarlas en adultos mayores?

Si bien la artritis y la artrosis comparten algunos síntomas, se trata de dos enfermedades distintas que debemos saber diferenciarlas ya que el origen y otros aspectos pueden influir en el tratamiento posterior.

De ambas patologías, la más frecuente y conocida es la Artrosis. Se trata de una enfermedad reumática, crónica y degenerativa, de curso progresivo, que se produce cuando se desgasta el cartílago que se encuentra en el interior de las articulaciones para protegerlas. Dicho cartílago es el tejido que recubre el hueso y actúa de amortiguador. Actualmente, se ha estudiado que además del cartílago, la artrosis afecta a toda la articulación: al hueso bajo el cartílago, los ligamentos, la cápsula articular, al músculo que rodea la articulación y/o a los meniscos. 

Dentro de los síntomas, la artrosis puede provocar dolor, rigidez, crujidos, limitación de la movilidad y, en ocasiones, derrame articular, cierto grado de inflamación local y el atrofiamiento de los músculos que la rodean. Esto se acentúa sobre todo en las articulaciones que soportan mayor peso y realizan un esfuerzo grande como las caderas, las rodillas, los hombros y la columna vertebral. También es frecuente su aparición en algunos dedos de las manos. Puede afectar solamente a una o dos articulaciones o presentarse de forma generalizada. No es una enfermedad hereditaria, pero sí posee un componente genético, que junto con otros factores, pueden facilitar la aparición en los sujetos que tienen una historia familiar. 

Por otro lado, la Artritis es la inflamación de la articulación, se entiende como el resultado de un proceso inflamatorio. Una de las más frecuentes es la llamada artritis reumatoide, que es una enfermedad reumática autoinmune, de causa desconocida en la cual el propio cuerpo ataca por error al tejido sano, produciendo inflamación en las articulaciones y en los tejidos que las rodean. Puede extenderse a otras partes del cuerpo y órganos, como la piel, los ojos, los vasos sanguíneos, el corazón y los pulmones, entre otros. 

La artritis es más frecuente en mujeres que en hombres y sobre todo en personas mayores, iniciándose en torno a los 45-55 años, aunque puede aparecer a temprana edad, como en la infancia y la adolescencia. Algunos de los síntomas principales son dolor, deformidades, hinchazón, calor, enrojecimiento de la piel que está sobre la articulación y rigidez, y pueden empeorar durante periodos determinados de tiempo, para luego atenuarse. Se trata de un trastorno crónico, que raramente se cura por sí solo.

Para prevenir este tipo de enfermedades, se aconseja la actividad física de forma habitual, no forzar las articulaciones, una dieta alimentaria sana y evitar el tabaquismo, entre otras. 

En La Colonia contamos con un equipo de profesionales y staff médico disponible para atender a pacientes tanto con Artritis como con Artrosis. Durante la estadía se tratarán aquellos pacientes con dichas patologías a partir de fármacos recetados por un médico y a partir de terapias no farmacológicas, como la rehabilitación física, la movilidad de articulaciones a partir de diferentes propuestas en los talleres, trabajo de musculación, entre otras. Cabe destacar que en nuestra residencia se trabaja con tratamientos personalizados para cada caso particular, por lo que el adulto mayor será evaluado de forma independiente para mejorar su calidad de vida.

Fuente: https://cinfasalud.cinfa.com/p/diferencias-artrosis-y-artritis/

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